Me gusta ese poso de ternura y de nostalgia que se imponen a la tristeza, que también se intuye sin necesidad de recrearse en ella. El desamor siempre fue la mejor inspiración para hablar de amor y ni siquiera necesita mencionarlo en esas 28 palabras.
Historia redonda gracias al título. En casi todas las situaciones, la vida nos permite buscar una perspectiva desde la que que tratar de ver la luz. Aunque no está muy claro si debemos renunciar a las perspectivas imposibles o insistir en ellas.
Imagino que Raúl quería decir otras cosas cuando lo escribió pero la interpretación -de lo que leemos y de lo que sentimos- también es una cuestión de perspectiva.
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