lunes, 11 de agosto de 2014

El detonante

De los motivos por los que nace este blog


Este blog podía haber nacido hace mucho tiempo o no haber nacido nunca. Supongo que, como para tantas otras cosas en la vida, hace falta un detonante. En mi caso es el que da nombre a este espacio de reflexión en el que solo pretendo (al menos eso creo) compartir experiencias.
'Por si mañana' es el título del texto con el que he ganado el concurso de Cartas de amor de Cobisa (Toledo); pero con ser importante el premio y la ilusión de ganar, ese texto breve se ha convertido en un auténtico acontecimiento personal, una catarata de emociones que en ocasiones (lo reconozco) llega a desbordarme.
Por un lado está el vértigo que provoca saber que decenas de miles de personas en todo el mundo están leyendo ese texto que yo escribí. Por otro, el de comprobar que en la inmensa mayoría de los casos la reacción más repetida es la que -imagino- cualquier artista (pintor, músico, actor, escritor....) desea provocar con su obra: la emoción. Esa, supongo, es la razón por la que muchos de ellos responden al impulso de compartir eso que acaban de leer.
Ha sido realmente sorprendente el efecto multiplicador de las redes, aunque también debo asumir que ha sido imposible frenar la difusión de mi relato como si se tratase de la carta que un enfermo de alzheimer escribió a su esposa en un momento de lucidez. Nunca tuvo más intención que la literaria. Literatura nada más, nada menos.
He tenido un acercamiento directo e inesperado a eso que llaman 'viralización' y debo decir que, por un lado, es inevitable un cierto morbo al comprobar como se extiende por las redes la imagen de aquellas líneas que puse un día sobre el folio en blanco (aclaro en este punto que el texto está escrito a mano porque así lo establecían las bases del concurso). El otro efecto inevitable -al menos en mi caso- es una cierta frustración porque aquello que has creado se difunda sin más, de manera descontrolada, sin dejar constancia de que se trata de un texto literario y -por qué no decirlo- sin citar al autor.
En todo caso, ha sido muy gratificante percibir la sensación general de aquellos que primero creyeron estar leyendo la carta escrita por un enfermo y después han sabido que se trata de un texto literario. En la inmensa mayoría de los casos que he conocido, lejos de quitárselo, le dan aún más valor a la emoción que sintieron al acercarse por primera vez al texto.
Un tuit definió muy bien la esencia de la cuestión al señalar que el autor escribió la carta "desde la piel de un enfermo" y que su lectura le había hecho "llorar a mares". Creo que no hay mejor respuesta para los que cuestionan si se trata o no de un texto real. Pocas cosas tan reales y ciertas como la literatura. Este es el ejemplo. Como ciertos y reales son también los testimonios de todos aquellos que dicen haber visto en la carta el reflejo que en algún momento han percibido en un ser querido.
Mentiría si dijera que la intención primera era esa, pero a la vista de la repercusión y el efecto causado me agrada y mucho que mi carta sirva como sincero homenaje a los que padecen la enfermedad y testimonio de admiración hacia todas las Julias que cuidan de ellos.
'Por si mañana' ha sido detonante pero pretende ser también una declaración de intenciones, una filosofía que confío en saber aplicar -por lo menos- en este blog y que consiste en no dejar guardado aquello que tengamos el impulso de contar y que, ¿quién sabe?, mañana tal vez no pueda, no quiera o no venga a cuento decir.
Desde el respeto, con el alma de periodista como estandarte y sin más vocación que la de contar y comentar las cosas que pasan, o aquellas que ocurren en esa realidad incuestionable que es la literaria.
Así, un 10 de agosto de 2014, proclamo públicamente el nacimiento de este blog que he dado en llamar 'Por si mañana' y doy por bienvenidos a todos los que alguna vez os paséis por aquí.

Jesús Espada







2 comentarios:

  1. Es una verdadera declaración de amor. Enhorabuena.

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  2. Buenos días. Ante todo felicitarle por su preciosa carta y por el merecido premio. He visto circular el texto por internet este verano, y si bien al principio yo también creí que se trataba de una carta real, dado que no figuraba su autoría, no deja de parecerme menos emotiva después de conocer que es una obra literaria. Reitero mis felicitaciones por el premio y por su sensibilidad, una cualidad escasa y muy importante. Saludos.

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