martes, 8 de diciembre de 2015

La huella de Esteban. Año XXIII

No hace falta que sea 8 de diciembre. Esta foto que nos hizo Angelito en el pabellón Salto del Caballo forma parte de mi paisaje cotidiano; también su recuerdo. Pero llegada esta fecha se hace más presente su ausencia. Surge también cada año esa lucha sorda contra el tiempo que te lleva a cuestionar lo incuestionable; no puede ser que hayan pasado ya.... Pues si, este 2015 se cumplen 23 años desde aquél día de la Inmaculada del 92 en el que se nos fue Esteban Pérez.
Cada año, llegado el día, surge este impulso por dejar constancia por escrito de un sentimiento que perdura. Por si mañana -por si el año que viene- no tuviera ocasión de hacerlo, me apetece que esa huella que nos dejó Esteban tenga también su reflejo en este espacio para el desahogo y la reflexión. Este blog surgió al calor de una carta y he pensado que tal vez no sea mala idea reproducir la que le escribí en 2012 cuando organizamos un reencuentro de la 'familia' de Antena 3.

Querido Esteban:
Conociendo tu alma de periodista, te supongo al tanto de todo lo que ha ocurrido en estos 20 años que han pasado desde que te marchaste. Lo que a lo mejor no sabes es que estos días hemos estado en contacto los que compartimos micrófono contigo en aquellos estudios de Antena 3 Toledo de la calle Comercio; estamos preparando un reencuentro para refrescar juntos los recuerdos de aquella época. Y no creo que te sorprenda la reacción unánime cuando hablamos de ti. Todos seguimos los caminos que la vida nos marcó desde aquél 8 de diciembre de 1992;  pero todos compartimos, sin duda, la huella imborrable de tu amistad, de esa ilusión contagiosa por lo que hacíamos, de tu alegría vital...
Por eso, por aquélla vitalidad y alegría tuya, no me perdonaría que esta fuese una carta triste, ni tampoco será triste esa cita de los que te conocimos. Aunque deberás perdonarnos si en algún momento la melancolía o la añoranza de tu ausencia se cuela en esa reunión o en estas pocas líneas. Tú eres el mejor ejemplo de que nadie muere del todo mientras alguien mantenga vivo su recuerdo. En tu caso, es evidente, que se trata de un recuerdo cargado de cariño. “No te imaginas las veces que me acuerdo de Esteban”, me decía un amigo común hace un momento.
No es cierto –si acaso una verdad a medias- que ‘20 años no es nada’. Caben muchas cosas en cuatro lustros; pero al evocar aquéllos días de trabajo y amistad, al ver las viejas fotos y escuchar alguno de aquellos momentos que compartimos en antena, es inevitable pensar que la vida habría sido diferente –mejor desde luego- si hubieras seguido por aquí.
Recibe el abrazo enorme de los que te queremos.
Jesús Espada
                              

El periodista Esteban Pérez, natural de Valmojado (Toledo), falleció el 8 de diciembre de 1992.



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